La harina de amaranto proviende de la red de agricultoras regenerativas de Totonicapan y Alta Verapaz.
Es una alternativa saludable debido a sus beneficios nutricionales únicos:
- Proteínas de alta calidad: el amaranto es una fuente completa de proteínas, lo que significa que contiene todos los aminoácidos esenciales necesarios para el organismo. Estas proteínas son altamente digestibles y beneficiosas, especialmente para personas que siguen dietas vegetarianas o veganas.
- Minerales: la harina de amaranto es rica en minerales como el calcio, hierro, fósforo, magnesio, manganeso y potasio. Estos minerales son cruciales para la salud ósea, la función muscular, la circulación sanguínea y otros procesos fisiológicos.
- Vitaminas: contiene vitaminas importantes como vitamina A, vitamina C, vitamina E, vitaminas del complejo B (como B6, B9 y riboflavina) que son esenciales para el funcionamiento óptimo del cuerpo y el sistema inmunológico.
- Grasas saludables: es una fuente de grasas saludables, como ácidos omegas 3 y omega 6 que son beneficiosos para la salud cardiovascular y el cerebro.
- Fibra dietética: contiene aproximadamente tres veces más fibra que la harina de trigo, lo que la convierte en una excelente opción para promover una digestión saludable y mantener el sistema gastrointestinal en óptimas condiciones.
La harina de amaranto tiene una textura fina y un sabor suave y terroso, lo que la hace ideal para su uso en una variedad de recetas. Puede ser utilizada en la preparación de panes, galletas, pasteles, tartas y otros productos horneados. Además, se puede incorporar en sopas, salsas, batidos o como espesante en diferentes platos.
Su versatilidad permite combinarla con otros tipos de harina, como la de arroz, maíz o avena, para obtener mejores resultados en términos de textura y sabor en diferentes recetas.