El ichintal, raíz de la planta del güisquil, es deliciosa, su origen se remonta a la época prehispánica. Es una raíz con una forma alargada, con su piel café claro, pulpa blanca, suave y fibrosa que al cocinarse ofrece un sabor delicado similar al mismo güisquil pero con otra textura.
Es una guarnición ideal por su textura y sabor agradable para caldos como el cocido, en sopas o cremas, en puré, en guisos combinada con otros vegetales o carnes, o en picadillo cortada en cubos y sofrita con cebolla y tomate.