El tomate Heirloom pertenece a una antigua variedad que se cultiva a partir de semillas que no se han modificado genéticamente, guardadas de temporada en temporada. Tienden a ser menos resistentes a las enfermedades y a tener una apariencia más “salvaje”. Estos tomates se ven diferentes a los tomates regulares, varían mucho en forma, tamaño, color y sabor. Los colores van desde el amarillo intenso, pasando por naranjas, rojos y verdes, hasta morado muy obscuro. La mayoría son frágiles, con pocas semillas, carnosos y de piel muy delgada. Esta piel delgada es lo que hace que tengan un mayor contenido de azúcar y extraordinario sabor.
Ideales para ensaladas y preparaciones sencillas, no es necesario aderezarlos mucho, con aceite de oliva, sal y pimienta se resalta su sabor. Excelentes en ensalada caprese, gazpacho, rostizados.