El aceite esencial de eucalipto se extrae de las hojas frescas o parcialmente secas de las ramitas verdes y se somete a destilación al vapor.
Debido a las propiedades balsámicas y sudoríferas de sus hojas, el eucalipto ha sido llamado el “árbol contra la fiebre. Está indicado en todas las afecciones de las vías respiratorias: gripe, catarro, tos, bronquitis, asma, etc., y también en los trastornos del aparato urinario. Estimula el sistema inmunológico.